domingo, 5 de abril de 2015

¿Cómo pueden desperdiciar un domingo sin hacer nada?... Bueno salvo estar conectadas

Duré un par de semanas para aceptar la invitación de mi amiga Marcela Riaño porque soy pésima con la tecnología y no había logrado activar un no se que (por fortuna mi amiga Andrea Villate lo hizo por mi). Pero fue afortunado que no se hubiera activado el dichoso botón porque en esos días estaba en el país de las maravillas y no lograba encontrar nada crítico o controvertido en cuanto a la relación con mis hijas, Estaba en los gloriosos y todo lo que se me ocurrían eran cosas bellas. Como mi marido es escritor, se claramente que las buenas historias necesitan del conflicto y mi orgullo de periodista no me permitía empezar la invitación con una mala historia.

Hoy para bien del blog y desgracia mía, tengo vivo, y en mi corazón el conflicto. No se si será una buena historia, pero intuyo que las mamás o me entenderán o se identificarán.  Mi furia empezó cuando les rogué, por no decir les supliqué, a mis hijas adolescentes (14 y 17) que viajáramos de semana santa a Ibagué (una ciudad de clima caliente donde vive mi mamá). Ellas se negaron porque "allá no hay nada que hacer". Desde su punto de vista. La verdad es que en el conjunto donde vamos hay piscina y canchas de tennis. Mi hermano es socio de un club donde pueden jugar golf (la pequeña sabe y tiene palos), jugar tenis, nadar, jugar bolos, ir al gimnasio... No es una ciudad grande pero tiene centros comerciales, algunos buenos restaurantes y, hay familia para visitar y compartir. Aún así ellas no "tienen nada qué hacer" allá. Como mi esposo tenía que terminar unos libretos, compré un tiquete de avión y me fui sola. Regresé el sábado en la noche y el domingo me levanté a inventar qué hacer. "Vamos a teatro, a un concierto, hagamos un picnic".... No hubo quorum. Con el papá de su lado me miraron con cara de "quédate quieta, no hagas nada". Me arreglé y salí a hacer un par de vueltas, algunas visita e ir a misa. Mientras escuchaba el sermón del Padre me preguntaba algo que no se si también se lo preguntó alguna vez mi madre: ¿Cómo pueden desperdiciar todo un domingo sin hacer nada? - Para no decir la verdad- ¿Cómo pueden desperdiciar toda la semana?????

Se que estoy escribiendo con la piedra en mis bolsillos. Pero además de desahogarme quisiera saber cuál es la manera como mamás más expertas que yo manejarían el tema. Obligarlas? No decirles nada? Respaldarlas y respetar su decisión?